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Principales sistemas retributivos: ¿retribución fija o flexible?

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Principales sistemas retributivos: ¿retribución fija o flexible?

La política retributiva es la fórmula elegida por una empresa para remunerar a sus empleados por su trabajo. No es tan solo una gestión de la nómina a final de mes, sino la combinación de estrategias seguidas por la organización para compensar a sus empleados y favorecer su desarrollo profesional dentro de la misma.

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Debemos buscar el sistema de retribución que más se ajuste al desarrollo de nuestra empresa teniendo siempre en cuenta que la valoración del trabajo de los empleados redundará en su aportación e interés por el desarrollo laboral.

Por ello no debemos caer en el error de pensar en la retribución como sinónimo de masa salarial sino como un concepto más amplio, que se oriente a las nuevas realidades empresariales de crecimiento.

 

Tipos de retribución:

  • Retribución fija:

Es la que se establece en función del puesto del trabajador, evaluando sus funciones y responsabilidades. Parte siempre de un mínimo establecido por ley y no se vincula a ninguna otra variable como puede ser el desempeño o la consecución de los objetivos empresariales.

Se trata del tipo de retribución más tradicional, genera sensación de estabilidad y es sencillo de gestionar, aunque puede acabar generando un bajo compromiso laboral de los trabajadores. El mayor riesgo es que no se vea valorada la aportación a la organización. Esto se traduce, en muchos casos, en una tendencia a aportar en función del grado de exigencia o de la comparación del trabajo realizado por compañeros que se encuentren desarrollando su misma labor.

 

  • Retribución individualizada:

Muy frecuente en las pyme, atiende, no solo al puesto y responsabilidades del trabajador, sino también a las cualidades personales y conocimientos personales de cada uno.

En este tipo de políticas retributivas se valoran la formación, los conocimientos técnicos, idiomas, experiencia, disponibilidad…

Suelen resultar útiles al empresario y satisfactorios para el trabajador, que siente que su presencia en la empresa es valorada no solo por su desempeño, sino también por sus habilidades.

A la larga, especialmente si el tamaño de la compañía crece, puede generar desigualdades entre los trabajadores y desembocar en un mal clima laboral debido a la falta de equidad interna.

 

  • Retribución en especie:

Este tipo de política retributiva no se centra solo en la aportación salarial sino en otros beneficios y privilegios para el trabajador.

Se combina generalmente con una retribución fija y tiene un tratamiento fiscal favorable tanto para empleados como para empresas, pudiendo llegar a percibirse en especie hasta un 30% del total del salario bruto.

Algunos ejemplos de aplicación de este tipo de retribución son la concesión de seguro médico, cuotas de gimnasio, ticket restaurant, servicios de guardería, acciones de empresa, planes formativos…

 

  • Retribución variable:

Como en el caso anterior se combina con la retribución fija pero, en este caso, el incremento es monetario, variando en función de los objetivos conseguidos.

Este tipo de retribución precisa de un sistema de medición de resultados aplicado a todos los empleados, haciendo que todos tengan las mismas posibilidades y la misma recompensa al alcanzar los objetivos.

Es un sistema muy utilizado en departamentos comerciales, centrados en objetivos de venta y que ven en este modelo una forma de motivación para que los empleados alcancen los objetivos empresariales.

Lo más importante para el éxito de estas políticas retributivas es que el sistema esté bien diseñado y comunicado; que sea transparente y que sus objetivos sean realistas para no perder la motivación en la plantilla.

 

  • Retribución flexible:

La retribución flexible funciona como la combinación de varias de las opciones anteriores. Permite al trabajador contar con un salario fijo que puede verse incrementado bien económicamente al tener una parte variable o con retribuciones en especie.

 

Cómo afrontar la retribución desde Recursos Humanos

Una de las tareas más delicadas del departamento de Recursos Humanos es la gestión de nóminas, aumentando su dificultad en los casos en los que la política retributiva no es fija.

Para el desarrollo de políticas retributivas variables en la empresa es preciso tener un control exhaustivo de las finanzas y de la situación laboral de cada uno de nuestros empleados, pudiendo posteriormente analizar los resultados y su impacto en el desarrollo empresarial.

Nada de esto sería posible sin disponer de herramientas de gestión facilitadoras de la tarea, que permitan al departamento de Recursos Humanos evitar las tareas sistemáticas y repetitivas y poder centrarse en la calidad de su aportación humana a la organización.